domingo, 19 de julio de 2009


A veces me gustaria que algunas cosas no fueran como el agua. La podes tocar, sentir, tomar. Pero cuando la queres guardar para vos, cuando intentas agarrarla y llevarla por siempre se te escurre por los dedos. Si se congela, no podes jugar con ella, y el agua congelada tiene otro gusto. Si se evapora se va, y forma parte de una cosa nueva. Y para dejarla al natural tenes que dejar que fluya. Al agua tenes que usarla cuando la tenes, y a veces cuando la tenes es cuando menos la queres. A veces, cuando tenes sed y no podes encontrar agua te desesperas. A veces, te morís de sed.

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